Ayudando a madurar a nuestros hijos
Actualmente muchas de las estrategias que los padres han implementado han dado como resultado una:
- Generación infantilizada, que se niega a la responsabilidad y por ende a crecer.
- Existe en ellos una ausencia o déficit en su capacidad madurativa, acorde a la edad.
- Nos encontramos en muchas ocasiones, con «eternos adolescentes» que viven en «burbujas» bajo la sobreprotección de los padres.
- No se otorgan a los hijos las responsabilidades en función de su capacidad y edad.
- Se les evita a cualquier precio que vivan frustración y rechazo.
“LA EDUCACIÓN DE UN NIÑO EMPIEZA VEINTE AÑOS ATRÁS, CON LA EDUCACIÓN A SUS PADRES (Napoleón)”
Reflexionemos sobre las decisiones que como adultos formadores hemos tomado, y cuestionemos hasta qué punto, han determinado nuestra vida. Nuestras decisiones, están impregnadas de valores que nos rigen al momento de tomarlas. Por lo tanto en la educación, no se improvisa; se requiere para ello de esfuerzo y dedicación constante.
En el proceso de educar y disciplinar a los hijos los padres necesitamos dar raíces y alas a nuestros hijos: Raíces para la identidad e integridad moral y Alas para construir su propia vida.Entendamos este proceso, educar es un camino de dos vías, es un viaje de la madurez a la autonomía, asumiendo que:
- Madurez: es la aceptación de uno mismo y las circunstancias de vida. La tarea paterna es proveer de los medios para que se valgan por sí mismos y superen sus dificultades.
- Autonomía: es el logro de la independencia mental (coincide con la mayoría de edad) siendo entonces los hijos aconsejados, ayudados, dirigidos y sustentados por los padres, obteniendo para sí un criterio propio, que permita controlar las circunstancias externas, sin que ellas los controlen, aportando entonces a la construcción de la personalidad.
Es importante recordar que en la familia se aprende:
- A cómo sentir de nosotros mismos, nos abona a la autoestima, permite el autoconocimiento y favorecen el autoconcepto que determina una idea de quién soy y quien cree el mundo que soy.
- Cómo reaccionar ante nuestros sentimientos, que da pautas para la socialización.
- Qué hacer con lo que sentimos, promoviendo el autocontrol.
- Cuánto, cómo, dónde y a quién expresar lo que sentimos, elementos de la madurez socio afectiva y la integración.
- Cuál es el punto de referencia del sentido de vida, base de los valores y principios.
- Cómo se resuelven y enfrentan los problemas, la auto-motivación y el blindaje emocional
Creando con ello un SISTEMA FAMILIAR y un esquema de valores en cada hijo.
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