Disciplina Afectiva y efectiva

Disciplina Afectiva y efectiva

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EJERCIENDO UNA DISCIPLINA AFECTIVA Y EFECTIVA

Para educar y formar a los hijos debemos identificar qué expectativas se tiene de ello y con qué recursos se cuenta. Por lo tanto, es obligatorio analizar cómo fuimos educados y reconocer que no deseamos repetir en la educación de nuestros hijos e hijas y que sí debemos retomar, para integrar dichos aprendizajes al estilo de educación que daremos a nuestros hijos e hijas, concluyendo por tanto que:

No deseamos repetir del modelo disciplinario anterior: la distancia emocional que había entre padres e hijos, la escasa comunicación o limitada expresión del sentir, la coerción a las libres ideas, criterios o diferentes intereses, así como, el ejercicio de la fuerza física como medida disciplinaria (palmear, jalar el cabello, pellizcar, estrujar, empujar, etc.), asociadas dichas acciones, al autoritarismo y consideradas como poco efectivas en disciplina.

Que sí debemos retomar: la clara figura de autoridad, la firmeza y directiva en el ejercicio de la disciplina que nuestros padres ejercían. La claridad para aplicar reglas o consecuencias (antes castigos), así como la sistematización de estas (operaba siempre el mismo criterio). La convicción con que asumieron nuestros padres su figura de autoridad y su rol de adultos (sin anteponer otros intereses ajenos a la crianza o la familia, como ser considerados buenos o agradables padres). La persistencia al integrar principios y valores en los hijos e hijas, en la familia y el entorno social. La validación como figuras de autoridad hacia todo adulto cercano a los hijos e hijas (maestros, parientes, vecinos). El establecimiento de una sólida jerarquía dentro del entorno familiar, generando con ello un organigrama saludable. Todo lo anterior son recursos efectivos en disciplina.

Por el contrario la nueva paternidad que ejercemos es:

  • Permisiva (inconstante o proyectada)
  • Sentimientos de culpa (compensatoria)
  • Alianzas (estrategia)
  • Roles Confusos (padre-amigo/adolescente)
  • Intolerante (sobre-reaccionada)
  • Desenfocada (más proveedora)

Recordemos que, en la familia todos aprendemos a:

  • Cómo sentir de nosotros mismos (autoestima, autoconocimiento y autoconcepto)
  • Cómo reaccionan ante nuestros sentimientos (socialización)
  • Qué hacer con lo que sentimos (autocontrol)
  • Cuánto, cómo, dónde y a quién expresar lo que sentimos (madurez emocional)
  • Cuál es el punto de referencia del sentido de vida (valores)
  • Cómo se resuelven y enfrentan los problemas (auto-motivación)

Con ello, creamos nuestro particular SISTEMA FAMILIAR y por tanto el esquema de valores en los hijos.

¿Qué es educar?
Educar es entrenar para la vida a través de desarrollar en los hijos la CAPACIDAD DE AMAR, esto es: que los hijos aprendan que en todo existe una relación de dar y recibir, por tanto su interacción con los otros es de colaboración, negociación, solidaridad, integración, etc. También es favorecer el CONTROL DE SU IMPULSIVIDAD desarrollando tolerancia a la frustración, espera de turno, manejo de la ansiedad o respuesta reactiva, habilidades para reflexionar antes de actuar y por último el RAZONAMIENTO MORAL que formarán y consolidarán el criterio, principios y valores que regirán su vida y la forma de interactuar con el entorno.

Es necesario recordar que inteligencia no es lo mismo que madurez, hoy los niños muestras expresiones y actitudes que nos hacen suponer que son muy capaces de razonar o entender su entorno e incluso de elegir lo que les conviene para su desarrollo, pero dichas funciones aún competen a los padres de familia por ser los formadores y adultos de esta relación, o sea por ser el padre o la madre quién posee mayor madurez y capacidad de reflexión.

El ejercicio de la disciplina afectiva y efectiva comienza con el establecimiento de límites claros y firmes, los cuales debemos considerar como:

  • Estrategia para enseñar a pensar, discriminar y por ende elegir positivamente.
  • Favorece la integración social, madurez emocional y el respeto.
  • Aprender que hay reglas, algunas justas y razonables y otros no tanto, pero todas asumibles.

Es importante identificar que entre más satisfecho se siente el padre de sí mismo, más es su capacidad de tolerancia y aceptación. Es por ello, por lo que se invita a señalar y sancionar las acciones que los hijos e hijas cometen y no la personalidad. Siendo importante tomar en cuenta la edad, el contexto, los actores y las circunstancias de la situación y el comportamiento.

EL MAL COMPORTAMIENTO PUEDE DIVIDIRSE EN TRES NIVELES:
Leve: conducta inaceptable, pero intrascendente (gritar, mentir, ignorar, negarse)
Intermedia: conducta inaceptable reiterada y de mayor impacto (groserías, golpear, destruir, lastimar, falsos).
Grave o Extraordinaria: peligro real a su vida o la de otros, consideradas un delito (crueldad, conducta de riesgo a la salud o la libertad)

Recordando conceptos básicos de disciplina:
* Quién vive la situación la resuelve… * Elige y elige bien, cuando eliges mal, eliges problemas
Tipos de consecuencias:

  • Consecuencias naturales: sencillas y efectivas para el proceso de aprendizaje.
  • Consecuencias lógicas: son un poco más complicadas y requieren la intervención de los padres. Aplicando además las tres “R” de la consecuencia lógica Relacionada, Respetuosa y Razonable.

Capacidades claves para el ejercicio de la autoridad y aplicación de disciplina:
1. Hablar Claro
2. Respaldar las palabras con hechos
3. Establecer las reglas del juego

Analicemos entonces las respuestas inseguras e ineficaces que los padres tienen: expresiones poco claras, exasperadas, agresivas u hostiles como:

  • Afirmaciones inefectivas : pedido seguido de queja
  • Preguntas: Indicación en forma de pregunta, manifiestan debilidad e inseguridad
  • Ruego: Imagen paterna de fragilidad y debilidad
  • Ignorar la desobediencia: falta de autoridad
  • Formas de disminuirlos (rebeldía y desobediencia)
  • Amenazas sin contenido
  • Penitencias excesivas
  • Castigos físicos

PRIMERA CAPACIDAD HABLAR CLARO:
Adecuado lenguaje asertivo cuando hable sea CONCRETO. Evite frases vagas e imprecisas, busque que su expresión transmita una instrucción precisa de un mensaje claro, calmo y firme. Es adecuado el uso de comandos o palabras claves como: La instrucción es… Es clara la instrucción…Este es el momento…Elegiste…

ASERTIVO MANEJO DE LAS DISCUSIONES
Disco rayado: En general los adultos ignoramos que es imposible ganarle una discusión a un niño. Para ayudarlo a evitar que sus hijos lo lleven a discusiones inútiles y, por el contrario, mantenerse en su objetivo, la técnica del disco rayado es un medio muy útil
Banco de niebla: Cuando se asocia la técnica del “banco de niebla” a la del “disco rayado”, los hijos se quedan sin argumentos y no se distraen del mensaje que se les quiere transmitir. Por otra parte, ayuda a los padres a mantener la serenidad y la calma, tan necesaria para formar hijos con personalidad.

Interrogación negativa: Una respuesta hostil de un hijo esconde, a veces con agresividad la verdadera razón de su descontento. La técnica de interrogación negativa lo va conduciendo gradualmente hasta llegar al motivo real de la respuesta agresiva inicial. Recuerde que cuando sus hijos hacen criticas agresivas, están buscando sacarlos de sus casillas y perder el objetivo propuesto. Dé respuestas que neutralicen la agresión y ésta se esfumará, especialmente si ha logrado llevar al niño a la verdadera razón de su hostilidad y presentarle una solución.
Extinción: Cuando una conducta deja de ser reforzada, disminuye su frecuencia hasta desaparecer.
Tiempo fuera: Consiste en cortar el comportamiento indeseado de un niño separándolo del entorno o la situación inconveniente donde se produce la mala conducta.
Contención corporal: Abrazo inmovilizador que busca contener la respuesta o expresión desbordada emocional del niño y transmitir de parte del padre su tranquilidad y contención ejercida.

SEGUNDA CAPACIDAD RESPALDAR LAS PALABRAS CON HECHOS
Si la conducta inadecuada continua ha llegado el momento de respaldar las palabras con los hechos. Una vez determinadas con antelación como van a respaldar sus palabras, es importante tomar en cuenta tres tácticas importantes:

  • Usar acciones disciplinarias como el Aislamiento, Retiro de privilegios, Condicionar conductas agradables, Poner en penitencia, Acción física.
  • Manejarse asertivamente ante las pruebas de los hijos (Llorar, Hacer berrinche, Discutir, expresiones como “A mí que me importa…”) El mensaje paterno debe ser: Aunque te enojes o protestes no te saldrás con la tuya. Yo soy el adulto yo soy la autoridad.
  • Reforzar positivamente el comportamiento adecuado: ELOGIO, PRIVILEGIO o PREMIO

Tipos de consecuencias
Consecuencias naturales: sencillas y efectivas para el proceso de aprendizaje.
Consecuencias lógicas: son un poco más complicadas y requieren la intervención de los padres, siendo:
Las consecuencias deben ser: Oportunas, Lógicas, Proporcionales y Vinculadas a la falta.
Recordemos que al aplicar una consecuencia se busca que no deje de hacer lo que tiene que hacer.

TERCERA CAPACIDAD ESTABLECER LAS REGLAS DEL JUEGO
A partir de los VALORES FAMILIARES se contesta a: ¿Qué permitir? ¿Qué impedir? ¿Qué sancionar? ¿Cómo sancionar? ¿Quién sanciona? El objetivo primordial de la DISCIPLINA AFECTIVA Y EFECTIVA: Es buscar en el uso de estas técnicas, un compromiso viable donde sus hijos asuman responsabilidad y aprendan que no se gana en todas las decisiones necesariamente y que hay margen para un acuerdo

Educar es un acto de: * Amor y Desprendimiento * Dulzura y Firmeza * Paciencia y Decisión

MTCC. Gabriela Porras Rangel
Directora General
INTEGRA-T

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